Un tema que preocupa mucho a los buenos democratas republicanos es como los gobiernos populistas interfieren con la idea basica del funcionamiento institucional que hace a un pais: La division del poderes. O al menos ese el discurso es el que nos venden para asumirse con superioridad etica y poder tildar a los gobiernos populares de viles.

Basicamente el problema seria que en una verdadera democracia se busca gobernar sobre bases de acuerdos entre mayorias y minorias y proteger a las minorias del abuso de poder de las mayorias. Si todo muy lindo, yo tambien estoy de acuerdo con esas ideas naif, si no fuese que algunas minorias buscan aprovecharse de las mayorias, y si no fuese que algunos poderes no se le legitiman en elecciones, y no dan disputas del poder en el senado.

Antes de salir a llenarnos la boca invocando una palabra magica: «democracia» deberiamos considerar que significa ese nombre, para que sirve esa idea y si todos nos referimos a lo mismo al nombrarla.

Sin entrar en detalles, ni pretender rigurosidad historica o sociologica, los gobiernos democraticos modernos, en sus diversas variantes, surgen como alternativas a gobiernos monarquicos, o dictatoriales. En estos, la legitimidad del gobierno estaba (o esta) dada por dios o por las armas. En cualquier caso, la participacion de la opinion publica en la toma de desiciones es nominalmente irrelevante.

En algunos casos, el transpaso de modos monarquicos de gobierno a modos democraticos fue gradual (principalmente Europa), mientras que en otros casos fue abrupto (el resto del mundo, las ex colonias europeas). En ambos casos se le dio importancia a crear un sistema de divisiones de poderes: ejecutivo, legislativo, y judicial. Por razones obvias: En el primer caso porque se trato de una conquista progresiva de poder civil con un espacio propio legislativo propenso a los disensos, en contraposicion al poder centralizado tradicional, que devino en el poder ejecutivo.

En el segundo de los casos porque, aunque se instaure una forma de gobierno completamente nueva basada en la opinion civil, hay un obvio dilema entre el gobernar dia a dia y el gobernar a largo plazo, entre defender la postura que resulte circunstancialmente mayoritaria y permitir la expresion y participacion de posturas minoritarias. Ninguna forma de gobierno que se autoproclame representativa de la sociedad civil puede asumir que solo tenga opinion y poder de gobierno una fraccion de la misma. La manera natural de resolver este dilema es crear dos organos de gobierno diferentes, con dinamicas diferentes y atribuciones diferentes, pero que deban convivir. El poder ejecutivo y el legislativo.

A una logica diferente responde la independencia del poder judicial. La nocion de justicia requiere objetividad, y como eso en cuestiones sociales es imposible, nos conformamos con su eufemismo: imparcialidad. Imparcialidad frente a los actores circunstanciales. Pero alguien establece las reglas. Y como no podemos ser los participes actuales, lo hacen las tradiciones: las religiones, los valores, los precedentes, un juez de 97 años. Un buen abogado es el que encuentra un juicio similar que le es favorable. Un juez polemico es que el sienta precedente.

La justicia es casi por necesidad una institucion profundamente reaccionaria, y defensora de los sospechos de siempre. Y por supuesto, que el poder ejecutivo, o incluso el legistaltivo (pese a ser el mejores representantes de la sociedad), le digan a la justicia como actuar es inaceptable.

Pero todo este dabate que SI justifica una division de poderes inherente a los sistemas democraticos modernos no tiene nada que ver con las razones (ni las formas) que motivan a nuestros buenos democratas republicanos cuando critican a muchos de nuestros gobiernos latinoamericanos de dictaduras o tiranias populistas.

Estas criticas muy rara surgen en epocas de debilidad institucional, cuando los organos de gobierno democratico tienen poca legitimidad y por lo tanto uno podria asumir que son mas suceptibles a un influencia ilegitimas. Al contrario, surjen y cobran virulencia (incluso apelando a metodos profundamente anti institucionales y democraticos) en epocas en que hay gobiernos populares que cuentan con la legitimidad de años y años de ganar elecciones limpias y legitimas.

¿Que es entonces lo que tanto puede molestar a algunos autoproclamados democratas? La division de poderes institucionales es justa y legitima, en tanto previene a la sociedad de que un grupo o ideologia que circunstancialmente llega al poder no pueda instalarse en forma automatica como unico actor, y modificar los mecanimos de gobierno para su propio beneficio. Pero, por el contrario (luego de decadas de funcionamiento democratico) la critica se hace cuando la sociedad decide elegir reiteradamente y con amplio margen una linea de pais y de politica de linea popular.

Como se puede tildar de antidemocratico que gobiernos que han ganado en total transparencia sucesivas elecciones, y por lo tanto tiene fuerte legitimidad y presencia en el poder ejecutivo y en el legistaltivo hagan politica publica coordinando acciones desde los diferentes espacios que hacen a la vida institucional. Es absurdo. Como no esperar que luego de años de impulsar cambios en la politica publica, no se generen conflictos en los que intervenga la justicia. Y como no esperar que la justicia responda a las tradiciones y a los valores que un nuevo gobierno pretende cambiar.

Sin embargo los democratas apelan a la division de poderes y a los derechos de las minorias. Como si los ciudadanos tuviesen mas o menos derechos segun a quien hayan votado. Eso es falso. Lo que dicen (sin decir pero diciendo) es que la opinion de las minorias no tienen el peso que deberian tener. Que la opinion de las minorias (o al menos algunas) deberian tener el mismo peso que el de las mayorias, aunque hayan perdido las elecciones. Porque sino es un abuso de poder. Pensamiento profundamente antidemocratico disfrasado de discurso republicano. Si ganamos con la democracia es un valor para imponer al mundo. Si perdemos en democracia, es una tirania populista a la que hay que derrocar en nombre de los derechos de las minorias.

¿Y la division de poderes? Divide y reinaras.

El problema de la division de poderes no es la falta de division formal de poderes. Es la implementacion de poder popular en los diferentes organos de gobierno. Es el triunfo de la politica popular a traves de la democracia. Y esto nos retrotrae probablemente a la pregunta mas importante, que no es de forma sino de fondo. ¿Para que sirve la democracia? O en realidad, ¿Para que sirve un gobierno?.

El gobierno se puede concebir como el mecanismo para imponer el modelo economico dominante. Interpretacion clasica. Asume que mas alla de la forma de gobierno, la dinamica del poder esta fuera del estado, en las relaciones de clase y el estado es simplemente una exteriorizacion de esa dominacion. Probablemente tenga mucho de cierto. Y nos muestra que en este contexto toda la discusion formal acerca del gobierno es basicamente eso. O en todo caso una discusion acerca de como las clases dominates re reparten el poder, y como se pelean entre ellas. Usando la democracia, porque tampoco que sea muy evidente.

Pero la necesidad de la sociedad moderna de legitimar a los gobiernos mediante procesos electorales a veces puede dar resultados inesperados. Y que efectivamente se legitimen en elecciones procesos politicos que basen su poder en la representacion popular. Mientras estos procesos (sean genuinos ideologicamente o no) ganen alguna eleccion, pero puedan ser contrarrestados recueriendo a la division de poderes, a procesos judiciales, a campañas medianticas, no es grave. El problema aparece cuando se fortalecen, perduran en el tiempo y se instalan en el poder con la legitimidad que les da el propio sistema.

Ahi, cuando el estado se convierte en un instrumento de liberacion economica, cultural, popular, es cuando los democratas se vuelven intolerantes. Cuando los republicanos de vuelven destituyentes. Ahi es cuando la democracia realmente vale. Y cuando hay que defenderla. Porque sino todo el resto es hipocresia. Porque aunque el pueblo se equivoque, tiene derecho a hacerlo. Porque del error se aprende. Porque el conflicto de clases existe, y si existe alguna chance de cambiar las relaciones de poder, el primer paso es reconocer la existencia del conflicto.